A partir de los 6 meses de edad a los 11 meses se realizan actividades organizadas que le permiten desarrollar sus potencialidades, capacidades y habilidades en un ambiente variado, armónico y rico en estímulos. Las actividades propuestas ayudan al niño a conocer el medio que lo rodea y desarrollar sus habilidades motoras, sensoriales, comunicativas y cognitivas, ganando autonomía e independencia.
A partir de los 12 meses de edad a los 24 meses, el juego forma parte de su aprendizaje diario. La capacidad de turnarse con otros niños le hará potenciar el poder interactuar con los otros y sus relaciones sociales. Reconocen el mundo y van adquiriendo control de su cuerpo lo que nos permitirá estimular procesos de adquisición de rutinas y hábitos. Se desarrollan actividades en el que se adquieren la destreza de usar su cuerpo con los músculos grandes y pequeños (motricidad gruesa y motricidad fina). Los niños se muestran curiosos y desean aprender sobre el mundo que los rodea y comprenderlo.
A partir de los 25 meses de edad a los 32 meses, se continúan potenciando habilidades sociales, comunicativas, cognitivas y motrices, favoreciendo sus procesos de autocontrol y autonomía. Los niños son capaces de seguir instrucciones, ordenar objetos por su forma o color, imitar las acciones de los adultos y compañeros de juego, y expresar una amplia variedad de emociones.
A partir de los 33 meses de edad a los 3 años, actúan y exploran lo que su entorno le ofrece, toman decisiones sobre qué hacer, con qué hacerlo, con quién y cómo, se relacionan con independencia y autonomía para experimentar, sin la conducción del adulto, así́ como para realizar por sí solos actividades que permitan satisfacer requerimientos básicos como comer y vestirse y en el que están presentes varios procesos que deben ser considerados, tales como: la manipulación, la observación, la experimentación, la expresión verbal y de expresión de lenguajes artísticos.
A partir de los 3 años a los 4 años, han aprendido a compartir y el juego social cobra importancia para ellos. Su vocabulario es amplio, formando oraciones largas y entonando frases de canciones divertidas para ellos. Pasan del garabateo hacia el “dibujo con significado” y las artes plásticas se convierten en actividades divertidas y de creación cotidiana.
A partir de los 4 años a los 5 años, pueden experimentar e interiorizar paulatinamente las normas de convivencia, manifiesta sus estados de ánimo y actitudes, se apropia del contexto cultural en el que se envuelve expresados a través de la música y la danza y mediante la expresión plástica experimenta sensaciones y emociones de los objetos del mundo exterior. La relación con sus pares es más significativa. Su lenguaje escrito y pensamiento lógico están más desarrollados.