A partir de los 25 meses de edad a los 32 meses, se continúan potenciando habilidades sociales, comunicativas, cognitivas y motrices, favoreciendo sus procesos de autocontrol y autonomía. Los niños son capaces de seguir instrucciones, ordenar objetos por su forma o color, imitar las acciones de los adultos y compañeros de juego, y expresar una amplia variedad de emociones.